Plurinacionalidad?

Disculpándome por mi desaparición de las últimas semanas quiero comenzar el año reflexionando un poco acerca de este tema. En lo que al espíritu de este sitio compete y aunque la plurinacionalidad no es invento de Pedro el Mentiroso, ni de las hordas populocomunistas con su #Agenda2030 ni mucho menos. Esto ya lo probó con un éxito cuestionable al oeste del río Dniéper. Las consecuencias de tal ocurrencia aún nos perduran. Nada más tiene usted que mirar a Ucrania o a los Balcanes y confirmará lo pernicioso de «plurinacionalizar» lo nacionalizado.

Si algunos tememos por la civilización grecorromana-judeocristiana que aún nos alumbra y da cobijo a pesar de abortos, eutanasias y navidad sin Natividad, es porque sabemos lo que nos estamos jugando. Da igual si usted como miembro de este conglomerado de naciones llamadas Occidente, es un conocedor de sus valores o si igualmente entiende lo que desde tiempos de Constantino hasta hoy hemos conseguido y sobre todo, lo que gozamos. Porque comparado con ciertas nacionalidades la verdad es que vivir en Europa, EEUU, Japón o Australia por no citarlos a todos… es una gozada.

Pero la izquierda posmoderna dada al revisionismo, al relativismo y al buen vivir por supuesto, pretende hacernos creer que frente al orden natural, la razón y la verdad que nos da nuestra autenticidad con un AC-DC ( no me refiere al grupo de rock ) hay alternativas más «chupiguays». De ahí este nuevo concepto que quieren aplicarle a una plurinacionalidad reconducida y administrada desde las élites financieras, que apuestan por el globalismo. Aquí en España han encontrado en el doctor fraude, este sociocomunista trasnochado a su mejor aliado, no hay más que verle.

Pero no nos engañemos. Los enemigos desde que nuestro mundo ha sido mundo, siempre han estado. Al menos algunos, que otros llegaron después. Los Otomanos los primeros, los comunistas los penúltimos que aunque no se manifestaron hasta principios del siglo XX como Poder, llegarían a emular a quienes desde antes de Saladino ya nos daban la cantaleta con aquello de que «infieles». Los últimos? Nuestros propios hijos atrapados entre la pos verdad y el metaverso fácilmente dados a la desnaturalización del ser humano y que cuenta con el copatrocinio de la izquierda financiera globalista. Ya sé que usted me dirá que no hay nada malo en estas inocentadas, pero créame si le digo que no. Esto de gracioso no tiene un pelo.

Las banderas de nuestros padres heredadas de nuestros abuelos y así hasta tiempos fundacionales, hoy muchos están empeñados en desteñirlas o repintarlas. Lo que no entienden quienes desde la buena fe quieren darle un tinte de veracidad a estos gobernantes díscolos es que,_ y para definir algo que es taxativamente cierto_, detrás de cada bandera hay una identidad nacional… y toneladas de esfuerzo humano.

Detrás de cada regla de convivencia occidental y de este vivir nuestro, hay toda una cimentación imposible de cuantificar en una publicación de este formato. A manera de ejemplo podemos mencionar el dolor de los quemados o arrojados a fosos de leones en tiempos de emperadores romanos; el esfuerzo de pensadores en tiempos de obscuridad medieval; el sacrificio de cruzados cuando Jerusalén era solamente la «Ciudad Santa»; el martirio de teólogos diseminando la fe cristiana por medio mundo; la sangre derramada por millones de ciudadanos occidentales en 2 guerras mundiales, con el resultante altruismo con el que hemos logrado este espacio común conocido como Unión Europea.

Y es que una cosa es una plurinacionalidad como la europea que es una construcción artificial y política de nacionalidades dispuestas a la convivencia, y otra cosa es vender que España es plurinacional cuando hay una historia de forja de una nacionalidad a través de siglos que ha dado por resultado este reino de conquistas y reconquistas incluidas, que algunos quieren convenientemente ignorar.

Algunos de estos borricos que pretenden justificar lo inaceptable miran y señalan a los Estados Unidos al que nos dan como muestra de una plurinacionalidad. Mentira cochina! Solo tiene usted que ir a ese país e intentar quemar en Texas una bandera americana y le aseguro que no va a ver venir de dónde le vienen las balas. Una opción para comprenderlo menos traumática? Viaje entonces usted cada vez a un aeropuerto diferente y comprenderá que con independencia de los acentos y las facies étnicas que le recibirán en la frontera, todos les dirán orgullosamente lo mismo: wellcome to United States!

Si este mundo permanentemente al borde del caos tiene visos de esperanza en la construcción de un futuro esperanzador es por la pervivencia de las naciones y nacionalidades que lo pueblan. Al menos aquellas que conforman la civilización llamada «occidental». La que teniendo sus raíces alimentadas por Atenas, Roma y Jerusalén, es la única verdaderamente capacitada para equilibrar y mantener al mundo en un estado medianamente aceptable, al menos hasta la vuelta del Mesías.

Que ya luego no harán falta ni nacionales ni plurinacionalidad pues conceptual y esencialmente somos,_ con independencia de si usted lo comprende o acepta_, una sola cosa desde tiempos de la Creación: hijos de Dios.

Publicado por Antikomunista

Cubano exiliado por la tiranía castrocomunista que dándome a escoger entre dignidad o esclavitud no me dejó opción alguna. Hoy ciudadano europeo consciente de la pretensión del comunismo en prevalecer disfrazado de epítetos pos modernistas para evitar situarse en el estercolero de la historia humana, estoy aquí con humildad pero determinación a dar mi aporte para su extinción sea en Cuba o allí donde busque la simpatía de quienes desconocen lo terrible de esta ideología.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: