Tranquilo amigo lector que no voy a darle un sermón. Si he tomado prestada la cita bíblica Juan 1.1 es porque no se puede emprender nada, entender nada, ni defender nada, si usted no entiende que lo primero es lo primero. De eso vengo hoy… de esencias.
Ya sé que hablar de conceptualizaciones en este momento relativista por excelencia, es como intentar seguir en la estéril insistencia de pedirle peras al olmo. Y aún así, como me doy por satisfecho cuando despierto aunque sea a una simple conciencia, y contagiado de esta comarca de cuyo nombre hay quien prefiere no acordarse, tomaré prestada del sabio escudero una frase que viene al pego: «mientras se gana algo no se pierde nada».

Y es que son tiempos revueltos, donde se están necesitando tantos Sanchos como Quijotes para poner un poco en orden a este Reino descocado que después de la generosidad de una «transición», ha vuelto a escuchar con demasiada atención a quienes con mala fe y soñando la vuelta a una República, _que ya costó lo que costó_, nos ofrecen como premio de consolación leyes inútiles, clientelismo miserable, y deuda… mucha deuda. Pues aunque a usted le parezca mentira querido lector, hasta ahora siguen siendo votados por millones de españoles.
Teniendo como marco mi tiempo (otros tienen otras visiones y vivencias), el primer pecado no fue habernos comido la manzana, sino haber sucumbido a la infame manipulación de una campaña que apoyándose en los muertos del 11M de Atocha durante los 3 días que siguieron al atentado, nos trajeron de regalo al primer sociocomunista de la era pos-Felipe. Ya saben, me refiero al mesiánico de la conjunción planetaria más conocido como ZP. Como diría otro de esos de este club del «famoseo español»… «contigo empezó todo».

Cómo olvidar aquel tiempo de miembros y miembras? Horroso fue escucharle decir a una ministrosa de salud aquello de «el feto no era un ser humano», recuerdan? Lo de las decenas de millones en aceras y carteles que todavía por ahí alguno perdura, fue especialmente doloroso… y sobre todo costoso.
Y cuando pensábamos que no iría a peor nos la cuelan por la puerta de atrás. En una clásica jugada propia de este Fouché posmoderno, a Don Pedro o más conocido en ciertos ambientes como el «doctor fraude», entre comuno-terroristas e independentistas le facilitaron con indecencia y alevosía la llave constitucional para reprobar al gallego. E inauguramos el tiempo de este sociocomunista de libro, que ha aceptado la responsabilidad de presidir la Internacional Socialista, para cuyo aval ha aportado un CV que tiene entre sus grandes méritos, haber desenterrado a Franco y a Lenin. Otro récord? La formación del primer ejecutivo sociocomunista de la era moderna, a pesar de que sigue insistiendo en que es un socialdemócrata. Qué no es gracioso? Pues en Marruecos están que se cagan de risa con él. Solo diré que si he comenzado a la izquierda en el PSOE, es porque más allá… es lo mismo.

Pero no nos quedemos a la izquierda en esto de las definiciones, y sigamos moviendo el espectro. A quién le toca? Ah sí… a los liberales.
Un breve paréntesis. Hasta la irrupción de Ciudadanos en la escena nacional en las elecciones del 2016, el cambalache del Partido Popular y Partido Socialista con los entonces nacionalistas catalanes y vascos era clamoroso. Todos necesitando a quienes nunca se han reconocido como parte del Estado para implementar sus políticas de Estado: un despropósito. Para cuando el el 2019 Cs cosechó la increíble cifra de 57 Diputados nacionales le dije a mi esposa con quien vivía el agobio del cerco nacionalista y sus políticas lingüísticas en la díscola Mallorca: ahora sí, se acabaron los chanchullos! Aunque por ese tiempo voté PP, supe entender el mérito histórico del tiempo nuevo que se nos avecinaba con un centro pactando a derecha e izquierda, pero poniendo en el centro los intereses nacionales… hurra!

Yo no sé si fue que Malú ya le estaba cantando con esa voz melodiosa capaz de hacer caer una melena sin necesidad de tijeras. Lo que a continuación sucedió es fruto precisamente del tema que hoy nos ocupa: Ese traidor como le llaman muchos de quienes en él depositaron su voto por aquél entonces, quiso ser más pepero que Fraga… y se perdió. Este año asistiremos al sepelio de Cs al que Begoña Villacis está invitando y la verdad… se lo merecen. Por indefinidos!
Ya estamos entrando en otra longitud de onda. Llegamos al PP a ese que interesadamente medios controlados a una y otra orilla continúan llamando “la derecha española». Todavía recuerdo el sabor del 2011 cuando con 186 escaños y un azul inundando cada rincón de España los ciudadanos le dijimos al gallego: arrea! Yo sabiendo lo cauto del personaje me alegré igual. Entonces me conformaba conque deshiciese lo que había desecho ZP. Pero nada. Nos subió impuestos que salvaron al país de un rescate a lo griego, es verdad. Lo que pasa es que desde tiempos de Jesús y antes ya se sabe que «no solo de pan vive el hombre.

No voy a extenderme, pero de aquellos tiempos estos lodos. Callaron cuando a Rita la mataron de un disgusto o a Cifuentes le endiñaron el pomo de crema en el bolso. Cuando las hordas comunistas capeaban por Madrid con el coletas al frente, los muy lerdos les llamaban «podemitas» o «morados». Cada vez que escuchaba a políticos del PP llamar así a estas sabandijas, y perder la oportunidad en los medios de nombrarlos como lo que son, me daban ganas de escracharlos yo a ellos. Si desde el 2010 se hubiese hecho pedagogía sobre la naturaleza comunista de estos bandidos, mantengo la teoría que no hubiesen cosechado tantos votos. La muestra eran los diputados de IU que ya estaban allí representándolos.
Hoy ya Feijó ha completado la metamorfosis. Han enderezado las letras y solo falta en cuestión de simbolismo, que adopten al oso panda como tótem o directamente se pinten el fondo naranja. Lo dicen declaraciones sobre la aceptación de los criterios de la Agenda 2030 y sus posiciones ambientalistas. Lo confirman las negociaciones de un Poder Judicial que veremos cómo termina. Lo reafirman la disposición para reformar la última chapuza comunista del «sí es sí» cuando lo que deberían es pedir la derogación de tamaño esperpento de burda ingeniería social-comunista. Que no pasa nada. Pero parafraseando a Mota en su personaje del segurata impertinente, que no pasando ná que sepas que ser eres… un centrista! Y eso no lo cambia ni Aznar.
Y llegamos al final del espectro que es la derecha. La verdadera que no necesita adornos ni se acompleja de ser y estar. Nos llaman «los de Abascal» como si eso no fuese más que un honor sabiendo que en el CV del presidente de VOX hay una vivencia lo suficientemente probada frente etarras y comunistas, como para saber que el relativismo no debe afectarle. Es la derecha que intenta junto a otros muchos encarrilar a una UE perdida entre burócratas y amiguetes preferentes, que pagan comisiones por mundiales y olimpiadas. La que pide terminar con el estado insoluble de las autonomías. La que tiene el límite en el respeto a la existencia humana sin complejos ni aspavientos. La que defiende la inclusión ordenada y el respeto a nuestra raíz judeocristiana. La que vive la democracia desde el respeto a la libertad individual sobre todas las cosas.

Y es esas estamos querido Sancho, «confía en el tiempo, que suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades».
Pero por encima de todo… piensen y actúen desde la razón y olfato ciudadano aunque algunos lo tengan totalmente atrofiados. Como mis paisanos de Puertollano, que están horrorizados de ver las calles desechas, las tarifas de aparcamiento poco menos que a precio de la «Gran Manzana» por un ayuntamiento arruinado, y están votando PSOE desde hace 30 años.
Para que no haya equívocos, resumiendo lo aprendido:
Izquierda POSOE/Centro CIUPEPANOS/DerechaVOX
Ahí lo dejo!